'Once tipos de soledad', de Richard Yates
A la literatura norteamericana nunca le faltaron héroes cuentistas que demarcaran los territorios de la clase media: Raymond Carver, John Cheever o el tardío pero celebrado descubrimiento de Lucia Berlin. Algo más atrás, en ese mismo grupo de especialistas de la carrera corta, aparece Richard Yates (1926-1992), escritor de postergado éxito y cuya novela Revolutionary Road fue llevada al cine hace unos años por Sam Mendes.
Publicado originalmente en 1962, Once tipos de soledad es un libro de una gran contemporaneidad: las fronteras que hoy en día definen si estamos solos o acompañados se han vuelto difusas y seguimos tratando de entender de dónde viene exactamente la tristeza. Lo de Yates es el vívido retrato de individuos cuyas optimistas aspiraciones no terminan por consumarse; bajo esta premisa, sus personajes parecen sacados de una pintura de Edward Hopper: sentados sobre una cama mirando al vacío después de perder su trabajo o bebiendo en la barra de un bar apenas iluminado.
Fiordo recupera un libro publicado por primera vez en español por Emecé en el 2002. La traducción de Esther Cross fue revisada por ella misma, y es idónea para disfrutar de once depurados cuentos que comparten entre sí el estilo sobrio y realista de Yates. El lector se encontrará con taxistas con grandes sueños venidos a menos, maestras de escuela con buenas intenciones, proyectos matrimoniales con grietas visibles, y enfermos en hospitales que, más con una mueca que con una sonrisa, despiden el año viejo y se preparan para recibir el año nuevo, pues Yates sabe que, al fin y al cabo, todo es cuestión de cambiar de calendario y continuar con la vida lo mejor que se pueda.
La disciplina militar también está presente en los cuentos (el propio Yates fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial). De hecho, Larry David, cocreador de Seinfeld, modeló el áspero personaje del papá de Elaine basándose en Yates, a quien David conoció cuando este salía con su hija Monica.
Habría que leer Once tipos de soledad con la advertencia de que Yates no nos promete moralejas fáciles ni finales felices, pero sí una oportunidad para acercarnos con naturalidad a la tristeza y al fracaso: la oportunidad de conocer la contracara de esos engañosos libros que prometen enseñar cómo estar feliz en diez u once simples pasos.
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Once tipos de soledad, Richard Yates, Fiordo, 2017, 264 pp.