El albañil
Un ladrillo a la vez
al lado de otro,
luego una fila sobre
la mezcla fina de argamasa.
Así se reconstruye una casa
con los ladrillos de la anterior.
Otro orden pero
los mismos ladrillos
cemento arena agua.
Toda casa se construye en torno
a un ladrillo indispensable:
el albañil que busca la piedra filosofal.
Como aquel que empieza
su casa por el humo,
pongamos el ladrillo
del molde de las niñas
en cada almohada,
el del peso de la gata sobre el edredón,
encima va el de las ráfagas de romero
y el del verano en la ducha del patio.
Cada pared sostiene una ruina
o recibe la sombra del árbol.
Toda casa necesita ese ladrillo capital,
si no está puede verse
desde afuera
la luz de los veladores encendidos
en la noche.
Un ladrillo a la vez
poco a poco si vale la pena,
toda casa se construye
alrededor de ese ladrillo
que ninguna casa tiene.
—
Fotografía de Pawel Czerwinski.