«Después de que murió, entendí que las personas y el espacio son permeables entre sí de una manera que no se aplica a las personas entre sí. Entendí que el espacio es como el agua. Las personas pueden entrar en él». Les presentamos un fragmento de Ocho, una novela sobre el duelo, tratamientos de fertilidad y hasta los Beastie Boys.
Por Amy Fusselman